miércoles, 25 de mayo de 2011

¿COMO SER UN BUEN LECTOR?

Para ser buen lector hay que tener el hábito (o costumbre) de leer. Sólo así se practica frecuentemente la lectura y sólo de esta manera se puede ser buen lector. ¿Cómo se adquiere el hábito o costumbre de leer? Primero digamos que cualquier persona que lo desee podría adquirirlo. La psicología cognitiva ha investigado científicamente la formación de hábitos y ha establecido que para adquirir un hábito es necesario cumplir 2 condiciones: 1. Resultado interesante de la actividad 2. Repetición frecuente en condiciones semejantes Si estas dos condiciones se cumplen es casi seguro que se formará un hábito, cualquiera que sea. Después de que se adquiere un hábito o costumbre es difícil quitarlo, puede durar toda la vida. Veamos cómo cumplir estas condiciones en el caso de la lectura. 1era. condición: Resultado interesante de la actividad El interés es la relación entre una necesidad y el objeto que la satisface (algo resulta interesante si se relaciona con necesidades que uno tiene). Esta primera condición exige, pues, que si una persona desea adquirir el hábito de leer deberá hacer lecturas que se relacionen con necesidades que tiene (pueden ser cortas, de 5, 10 ó 15 minutos de duración), por ejemplo, la necesidad de entretenerse, de aprender nuevas cosas, de poner en juego su imaginación, de disfrutar, de enterarse de datos curiosos, etc. No sirven lecturas aburridoras, difíciles de entender o sobre temas que no le interesen. 2da. condición: Repetición frecuente en condiciones semejantes La actividad de lectura interesante debe hacerse frecuentemente, es decir, al menos una vez por día, 4 ó 5 veces por semana. Si se hace todos los días, mejor. Pero si se hace de vez en cuando (3 o menos veces por semana), la probabilidad de que se forme el hábito disminuirá. Repetición en condiciones semejantes quiere decir: en condiciones de tiempo y espacio semejantes, esto es, más o menos a la misma hora y en el mismo lugar. Esta no es una exigencioa caprichosa. La ciencia no es caprichosa. Es que los hábitos son comportamientos específicos cuya formación depende en parte de las condiciones físicas (señales) en que tiene lugar. Por tal razón, si la actividad de lectura interesante que la persona lleva a cabo como mínimo una vez al día 4 ó 5 veces por semana, se realiza más o menos a la misma hora y en el mismo lugar, mejor. Si se cumple bien las 2 condiciones a las cuales nos hemos referido es muy probable que se adquiera el hábito de leer, y los hábitos son para toda la vida. Al tener este hábito se practicará frecuentemente la lectura de manera voluntaria, realizada por propia iniciativa de la persona, y así desarrollará en alto grado las diferentes destrezas lectoras: comprensión, velocidad, precisión, etc. (la práctica hace maestros). Lógicamente, al proponerse adquirir un nuevo hábito que se desea tener ha de entrar a jugar un papel la voluntad.



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